VACACIONES DEPORTIVAS EN FAMILIA EN FUERTEVENTURA
Vuelven a llegar las vacaciones, nos encanta el sol y la playa y con los niños el buen clima ayuda. Así que decidimos repetir el destino del año pasado y volver a disfrutar de Corralejo.
Fuerteventura nos pareció un lugar perfecto, ya que es tranquilo, seguro y a la vez hay muchas actividades que hacer. Si se aprovecha el clima y las condiciones que te da la isla hay tiempo para todo.
Viajar con niños no es tarea fácil, pero por suerte nosotros hemos acostumbrado a los nuestros a viajar regularmente y cada vez es menos complicado mover a toda la familia en vacaciones.
Somos una familia madrileña y hace unos años nos mudamos a Holanda, por esto, nuestros hijos han viajado desde muy pequeños, pero es ahora cuando empezamos a ver que disfrutan realmente lo que es conocer lugares nuevos, aprender cómo viven otras personas y divertirse en entornos muy distintos a los que están acostumbrados.
Ya habíamos estado en Corralejo, pero no nos importaba repetir y, de hecho, ha sido en estas vacaciones donde los hemos visto disfrutar a tope, reírse, aprender a hacer deportes acuáticos y no me extraña que se hayan divertido tanto porque el destino elegido no ha podido ser mejor Fuerteventura.
A la hora de elegir destino queríamos un lugar que no sólo fuera tomar el sol y estar en la playa sin más, queríamos que los niños disfrutaran de las vacaciones, pero aprovechándolas para hacer lo que no pueden hacer en Holanda durante el invierno. Y a su vez, nosotros poder relajarnos y tener tiempo para poder hacer también actividades. Por eso nos gustó Fuerteventura y sobre todo los apartamentos Bristol Sunset Beach en Corralejo y la idea de tenerlo todo en uno, es decir, viajar a un lugar paradisíaco donde relajarse al sol, pero perfecto para exprimir cada día de playa y práctico por tener las actividades de turismo activo y deporte a un paso de la habitación.
Una vez elegido el destino, nos pusimos a buscar alojamiento, algo no tan fácil cuando vas con dos niños de 9 y 11 años y un bebé de 1 añito. Después de mirar distintas ofertas y hoteles, se nos ocurrió la idea de volver a ir a un apartamento y así poder sentirnos como en casa en nuestras vacaciones.
El año pasado ya nos habíamos alojado en el complejo de apartamentos Bristol Sunset Beach, un alojamiento en Corralejo, localidad situada en la costa nordeste de Fuerteventura. Elegimos este complejo de apartamentos porque además de ofrecer el alojamiento en sí, también tienen zonas comunes como la piscina, una azotea chill out y Endorfina Club, donde ofertan diversas actividades para realizar en el norte de la isla. Precisamente eso fue lo que nos hizo tomar la decisión de alojarnos allí, ya que Bristol Sunset Beach tenía todo lo que estábamos buscando.
Emprendimos nuestro viaje a Fuerteventura y nada más llegar se nos contagió el espíritu vacacional y buen rollo que se respira allí. En la recepción del complejo de apartamentos quedamos impresionados por el trato y amabilidad de las recepcionistas, que siempre con una sonrisa, nos dieron la bienvenida y nos explicaron las normas del complejo haciéndonos un pequeño resumen de todo lo que compone Bristol Sunset Beach, las playas más cercanas y actividades para hacer turismo activo.
Nosotros habíamos hecho el check in online desde casa para evitar esperar a nuestra llegada, lo que nos facilitó las cosas al llegar con los niños y las maletas. Después de la breve explicación nos dieron las llaves de nuestro apartamento, junto con la clave del wifi, un mapa de Fuerteventura, información básica sobre puntos de interés en Corralejo y nos indicaron como llegar hasta el apartamento.
La primera vez que vinimos, al pasear por el complejo para llegar a nuestro apartamento, nos sorprendió gratamente ver que era igual que en las fotos de su web. Un complejo nuevo y moderno, con una ubicación excelente, a un paso de las playas, el Parque Natural de Dunas de Corralejo y el centro de Corralejo, pero tranquilo y relajante en su interior. Esta segunda vez, seguía igual o mejor, ya que habían hecho algunas mejoras y cambios.
En Bristol Sunset Beach, hay apartamentos de varios tamaños. El nuestro, era un apartamento con capacidad máxima de 6 personas, que tenía un salón con sofá cama, cocina americana, dos dormitorios, un baño y un balcón que daba a los jardines del complejo.
Algo que nos encantó fue que la cocina estaba totalmente equipada con todos los electrodomésticos y utensilios necesarios (incluido lavavajillas) y eso nos hizo sentir más aún como en nuestra propia casa. Salir de cena con los niños muchas veces es misión imposible porque pasan de no parar quietos a dormirse sobre la mesa en cuestión de segundos, me resultó muy cómodo poder hacer las comidas principales en el apartamento y estar a un paso del centro para dar una vuelta. Al ser un apartamento, teníamos constancia de lo que teníamos que llevar para usar durante la estancia, aunque por cortesía nos proporcionaron cápsulas de café, aceite, vinagre, sal, azúcar y una pastilla para el lavavajillas hasta que hiciéramos la primera compra.
La decoración tanto del apartamento como de todo el complejo estaba cuidada hasta el mínimo detalle con toques minimalistas y modernos. Las camas tenían almohadas y colchones viscoelásticos por lo que pudimos descansar como en casa y cargar las pilas para cada jornada.
Las zonas comunes del complejo nos encantaron por su frescura y su cuidada estética. Algo que nos sorprendió es que sus instalaciones están preparadas para que los que realizan deportes acuáticos guarden en las taquillas todo el material o cualquier huésped se pueda quitar la arena antes de llevarla hasta el apartamento en unas cómodas duchas de agua dulce en la entrada.
En la azotea, hay un solárium y una zona chill out con camas balinesas y tumbonas además de un bar donde dan un delicioso desayuno buffet, comidas y cenas o uno de los mejores cócteles o smoothies que hemos probado. La terraza tiene mucho encanto y es uno de los mejores lugares para ver las puestas de sol de Corralejo.
La refrescante piscina nos pareció ideal para darse un baño relajadamente y que los niños estuvieran seguros gracias al socorrista. Ellos lo disfrutaron mucho.
En el complejo también hay servicio de lavandería con una sala y pequeña biblioteca donde disfrutar leyendo durante la espera de la ropa en la lavadora. Cosas prácticas como libros en varios idiomas en la lavandería, son los pequeños detalles que alegran tus vacaciones. (Nico mi hijo mayor se había dejado el suyo en casa, y así no tuvo excusa para leer un ratito desde el primer día)
Pero sin duda lo que nos ganó fue Endorfina Club. Se trata de un club donde ofrecen actividades deportivas y de turismo de todo tipo para aquellos que queremos aprovechar las vacaciones al máximo.
Fuerteventura es auténtico paraíso para los amantes de los deportes acuáticos por eso Endorfina Club ofrece cursos de kitesurf, SUP y surf. Además de clases de yoga, entrenamiento funcional con un entrenador personal y alquiler de bicicletas de ciudad y de montaña.
Los niños, el año pasado había hecho un curso de surf, del que salieron encantados y esta vez querían aprender kitesurfing por lo que reservamos un curso de tres días para cada uno. El curso es para máximo dos personas así que fueron juntos y aprendieron a la vez en una clase privada.
Mi marido y yo también quisimos practicar alguna actividad. Me informaron sobre los diferentes tipos de yoga que tenían y cogí un bono de 5 clases. Mi marido alquiló una mountain bike y se fue de ruta por un camino que le habían recomendado los chicos de Endorfina Club que te lleva desde Corralejo hasta el Cotillo pasando por Majanicho. Pequeños pueblos pesqueros con playas escondidas y paisajes con muchísimo encanto.
La sala de yoga, con vistas al mar, me pareció espectacular. Es un lugar que me transmitió la tranquilidad necesaria para concentrarme mientras la profesora me iba guiando. Merece la pena probarla. Al lado de la sala de yoga está la zona mindfulness, un lugar preparado para la gente que quiere tomar el sol y relajarse, donde no está permitido hablar en alto para asegurar la máxima tranquilidad.
Para hacer algo en familia todos juntos, nos recomendaron el viaje a la Isla de Lobos, una pequeña isla que pertenece a Corralejo y está a 15 min en barco.
Endorfina Club, ofrece una excursión en barco privado alrededor de Lobos donde está incluido el traslado al puerto, snorkel en las aguas cristalinas y una clase para todos los niveles de paddle surf, así como un pequeño snack y una deliciosa barbacoa. Todo el material estaba incluido.
La experiencia nos pareció divertidísima, Kike, el instructor y Carlos, el patrón del barco, fueron encantadores, bromistas y muy profesionales en su trabajo. Al dar la vuelta a Lobos nos enseñaron donde se ponen los cangrejos rojos, dimos de comer a los peces mientras hacíamos snorkel y luego disfrutamos y aprendimos con la clase de paddle surf. Hizo un día buenísimo y hasta tuvimos tiempo de aprovechar del sol en la playa de Lobos después del paddle surf.
A la vuelta al barco Carlos había preparado unos sándwiches, fruta fresca y botellas de agua, unos snacks suficientes para aguantar el hambre hasta volver al complejo de apartamentos donde la excursión culminó con una deliciosa barbacoa de pescado fresco, acompañada de papas arrugadas con mojo picón ¡me encantan!, guarnición y ensalada, en la azotea del complejo. Todos quedamos encantados con este servicio.
Han sido unas vacaciones estupendas, en donde nos hemos relajado, pero hemos aprovechado bien el tiempo aprendiendo actividades nuevas y viviendo al 100% el verano.
Como iniciaba el post, viajar con niños no es tarea fácil y que cada uno tenga una experiencia inolvidable tampoco, por eso, recomendamos los apartamentos Bristol Sunset Beach en Corralejo porque da la libertad y posibilidades a cada individuo para disfrutar al máximo de cada momento y dedicarse ese espacio de tiempo fundamental a uno mismo.
En definitiva, un gran acierto y una experiencia totalmente recomendable.
Fdo: Marta
Categorías: blog, Experiencias reales
Deja un comentario